miércoles, 27 de marzo de 2013

Paseando por León II: De vinos por el Húmedo.


Si os animáis a dejaros caer esta Semana Santa por León hay una cosa que no podéis dejar de hacer: matar unos judíos.  No, no os asustéis, no se trata de comenzar un nuevo holocausto sino simplemente de visitar sus bares y tomarse unas cuantas limonadas, eso sí, siempre con su tapa correspondiente.






El barrio Húmedo está situado en el centro, no muy lejos de la catedral. Entre sus calles más emblemáticas se encuentra Matasiete, las zonas de la plaza de San Martín y la Plaza Mayor y Don Gutierre.





















Caminando por sus calles peatonales nos encontramos decenas de bares que forman, ya, parte de la historia de la ciudad. Sus nombres van inevitablemente unidos a la comida. El Rebote: croqueta, La Bicha: morcilla, El Flechazo: patatas fritas picantes, La Competencia: pizza. Y así uno tras otro, tras otro, tras otro, hasta que a uno ya se le han quitado las ganas de comer o cenar y las callejuelas comienzan a volverse borrosas. Entre ellos se esconden también algunos recién llegados que marcan estilo.

 
Si hacemos el recorrido de día encontraremos, además, a nuestro paso, múltiples tiendas de productos típicos (Embutidos, quesos, pimentón), donde la tradición y la calidad se dan la mano. Si además es miércoles o sábado, al llegar a la plaza mayor podremos verla llena de puestos donde comprar desde las mejores frutas y verduras autóctonas hasta un par de calcetines.
 



Arriba distintos bares del Húmedo (El Flechazo, La Competencia,
La Bicha, El Llar y La bien querida) Sobre estas líneas mercado
de la Plaza Mayor. A la derecha tripería tradicional.



 

Sin duda tapear y pasear por el Húmedo tiene algo especial, tanto de día como de noche. Un ambiente ecléctico y variado que no ha cambiado con el paso de los años y que invita a disfrutar de la vida a cualquier edad. Si aún pensáis que se trata solo de amor de leonesa, os advierto que el propio Viggo Mortensen se ha dejado encandilar por esta sabrosa ruta y no es extraño encontrarlo apoyado en la barra de uno de estos bares, siempre como un paseante más.



lunes, 25 de marzo de 2013

Paseando por León: La catedral gótica.


Cuenta una leyenda que un gran topo emergía cada noche de los cimientos destrozando todo aquello que canteros y artesanos habían construido durante el día. Es por eso que la Catedral de León quedó paralizada durante 50 años hasta que, en 1255, Alfonso X el Sabio y el obispo Martín Fernández retomaron su construcción. Aún tendría que soportar otros 50 años más de obras para dar por terminado el edificio y siglos de reformas para llegar a mostrarse en todo su explendor.
 De estilo gótico, como Nötre Dame, la catedral se alza majestuosa sobre el centro de León, sola, sin edificios que le roben el protagonismo en un ambiente mágico y diáfano. Su porte impecable hace que parezca sacada de un cuento. Fuera, pero también dentro, destacan sus vidrieras.

El conjunto de vidrieras de la catedral de León cuenta con 134 ventanales y 3 grandes rosetones y es, sino el más importante del mundo, al menos uno de ellos junto al de la catedral de Chartres. La luz se filtra de una manera especial por estos cristales que nos muestran desde escenas bíblicas hasta motivos vegetales. Si desde el exterior el resultado es de una belleza destacable, desde dentro el sol se cuela a través de los diversos colores llenando todo el espacio de una luz muy especial, como si se encontrase llena de focos dispuestos a revelarnos  los secretos más oscuros que este histórico edificio guarda entre sus paredes.

 

Pero estos no son sus únicos encantos. Al mirarla de lejos las torres góticas, pertenecientes a diferentes periodos de construcción, son las encargadas de darle su aspecto característico. Al acercarnos más y rodearla destacan también sus pórticos, máximo exponente de la escultura gótica española. Una vez en su interior llama la atención el altar mayor y varios sepulcros, entre ellos el del Rey Ordoño II que nos traslada a una parte casi olvidada de la historia. Más desapercibidas pasan las pinturas, en su mayoría pertenecientes a Nicolás Francés. Y justo antes de abandonar sus muros ahí está, colgada de un gancho como un recuerdo permanente del esfuerzo constructivo, la piel del topo abatido por los trabajadores que lograron así dejarnos esta joya arquitectónica.
 
Desde aquí os mando un saludo.
 

viernes, 22 de marzo de 2013

Los Amantes Pasajeros.


Como siempre que Almodóvar estrena una película Los Amantes Pasajeros ha sido diana de múltiples críticas. Ignorando todas ellas ayer tuve, por fin, ocasión de acercarme a las salas de cine a verla y el resultado no pudo haber sido mejor: 123 minutos de risas interminables.

El nuevo filme de Pedro es divertido de principio a fin, está cargado de guiños, cuidado hasta el más mínimo detalle y lleno de una crítica social totalmente atípica. Lo que no encontrarán son tabús

De forma directa e indirecta, pero sobre todo cargada de comicidad, Almodóvar no deja títere con cabeza. No faltan banqueros corruptos, aeropuertos vacíos, un top ten de escándalos e incluso las peripecias extramatrimoniales del “número uno”. Los que no han sabido entender este juego es que, simplemente, no saben reírse de la vida y a quien no es capaz de ver el lado cómico de las cosas ni aceptar una dosis de humor negro le esperan tiempos muy oscuros.

Mención aparte merecen todos los actores, por breve que sea su papel. Solo Almodóvar puede convocar a  nuestros intérpretes más consagrados e internacionales, Penélope Cruz y Antonio Banderas, y darles un papel de 5 minutos, eso si, imprescindible para dar punto de arranque a la trama. Pequeña pero memorable es también la vuelta a la gran pantalla de Paz Vega, la intervención de Carmen Machi y la interpretación de una bellísima Blanca Suarez.  Difícil es encontrar calificativos para la tripulación y el pasaje de primera clase, los chicos están, simplemente, magníficos (Javier Cámara, Hugo Silva, Antonio de la Torre, Miguel Angel Silvestre, Carlos Areces y Raul Arévalo) y Lola Dueñas borda su papel.  Tanto que casi eclipsan las notables interpretaciones del resto del pasaje, formado por  Cecilia Roth, Guillermo Toledo, José Luís Torrijo y José María Yazpik.

Tampoco quiero terminar la entrada  sin mencionar la pegadiza banda sonora y los más que acertados uniformes diseñados por David Delfín.

En resumen, no  esperen una película en la línea de Hable con ella, Volver,  o La Piel que habito. Pero si han conseguido desprenderse de todos los prejuicios homófobos y sexuales que pueblan nuestra sociedad y saben reírse de la vida les recomiendo que se vayan al cine a ver Los amantes pasajeros. El tiempo les pasará “volando” y saldrán con una sonrisa en la cara.
 
 

miércoles, 20 de marzo de 2013

La clase política salta por la ventana.


La imagen ya corría ayer por Twitter y hoy es portada de La Voz de Galicia. Los concejales y el alcalde de Ponteareas abandonando un pleno del ayuntamiento por la ventana trasera. La razón: delante del Concello les esperada una explosiva mezcla de estafados por las preferentes e indignados por los recortes en educación.
 
Es solo una imagen más del desprestigio en el que se ha hundido, por méritos propios, nuestra clase política. Ruedas de prensa ante una pantalla de tv, violentas cargas policiales en las protestas ante el Parlamento,  actos sin preguntas, opacidad, mentiras, corrupción y, mi preferida, “mutis por el foro”.

No cabe duda de que España vive una situación económica mucho más que preocupante, pero lo que ha puesto el país al borde del estallido social es, sobre todo,  la provocación constante en la que vivimos. Esa sensación de que nos toman por tontos que se apodera de muchos de nosotros cada vez que el gobierno abre la boca. Una buena amiga utiliza mucho la expresión “Mean por nosotros y tenemos que decir que llueve”. Pues eso.

Las mentiras y la corrupción son algo a lo que, desgraciadamente, estamos acostumbrados gobierne quien gobierne, pero, desde mi punto de vista, nunca se llevaron a cabo con la desfachatez e impunidad con la que se hace actualmente. Hemos caído en el todo vale y la representación máxima es un presidente que nunca da la cara y que cuando lo hace se esconde tras una pantalla, en una sala diferente a los periodistas. Eso que hace unos años se conocía como cobardía. Y la cobardía nunca es el camino al respeto.

Así que no es de extrañar que la gente que ha perdido su dinero en preferentes se caliente ante la impasividad del gobierno, que los padres que tienen que mandar a sus hijos con la comida al cole se unan para protestar, que los estudiantes que no pueden pagar sus matrículas salgan a la calle, que los funcionarios se movilicen ante la pérdida de derechos y poder adquisitivo, que el personal sanitario que ve sufrir al paciente porque los recursos no dan a más se indigne y que hasta los jueces se movilicen ante la privatización de la justicia. De extrañar es que, con una cifra cercana a 6 millones de parados y el trabajo digno cada vez más ausente, el estallido social no esté siendo peor. Aunque no defiendo forma alguna de violencia venga del lado que venga no puedo dejar de comprender que más de uno pierda la paciencia.

Hace unos meses el Rey animaba a recuperar el espíritu de la transición y muchos políticos aplaudían la idea. Es irónico, porque nuestra actual clase política está, en líneas generales, a años luz de aquella. Así que yo les animo a que, para recuperar ese espíritu, comiencen por algo tan simple como dar la cara y aprender a conjugar el verbo dimitir. Antes de que la ventana para escapar de su pueblo esté demasiado alta.

lunes, 18 de marzo de 2013

El corralito de la vergüenza.


Dice Claudi Pérez en El País que en España el corralito “no está, ni se le espera” y ojalá tenga razón.

La situación que vive Chipre estos días es una auténtica vergüenza. Hasta ayer  la palabra corralito nos sonaba más que nada, no nos vamos a engañar, a jerga Argentina. Pero mientras, en países como Grecia, los más previsores ya han ido sacando su dinero de los bancos con una caída de un 30% en  fondos de inversión. Y visto lo visto no se equivocaban.

Los chipriotas no solo han visto estos días como sus bancos cerraban las puertas e inutilizaban sus cajeros para evitar una fuga masiva de capital, sino que ya saben que van a perder parte de sus ahorros. Un 10% aquellos cuyos depósitos superen los 100.000 euros y entre un 2% y un 7% los ahorradores con menos de esta cantidad. El dato es inaudito porque deja sin valor alguno la norma de no tocar los depósitos inferiores a 100.000 euros y todos sabemos que una vez que se cruza la línea es difícil dar marcha atrás. La Unión Europea vuelve así a dejar al pequeño ahorrador con el culo al aire.

Ya hace unos cuantos años que la cantinela de que vivíamos por encima de nuestras posibilidades se ha instalado en todas partes. Aquellos que compraron una casa “por encima de sus posibilidades” han visto como el banco se la quedaba. Pero parece que el pequeño ahorrador, el currante de toda la vida que ha dejado de comprar, gastar y darse algún capricho para tener una “red de seguridad por si acaso” también ha ahorrado por encima de sus posibilidades, tan por encima de sus posibilidades que su gobierno va a robarle sus ahorros. Porque esto, señores, es un robo con mayúsculas le pongamos el nombre que le queramos poner.

Pero, a fin de cuentas, se trata solo de un paso más en un camino que comenzó hace ya unos años. Recortes, recortes y más recortes sociales, salarios, pensiones,  aumento constante de impuestos que asfixian a la clase media y un largo etcétera. El corralito chipriota no es más que una confirmación de que pertenecemos a una Europa inhumana, a un sistema capitalista que hace mucho tiempo que dejó de pensar en sus ciudadanos para centrarse únicamente en los números.

viernes, 15 de marzo de 2013

Bien aprende quien buen maestro tiene.


No sé si habrán leído ustedes la noticia que ha arrasado en las redes sociales: El 86% de los  aspirantes a una plaza de maestro en Madrid  no superó un examen que contenía preguntas que debería saber contestar un niño de 12 años.

El titular es, ya de por sí,  alarmante, pero al leer todo lo que añade Público al respecto lo primero que se me pasó por la cabeza es que debía tratarse de un “fake” propio de El Mundo Today. Algunos de los datos son, más que alarmantes, increíbles:

  • Solo un 7% sabe contestar a preguntas básicas como la equivalencia de kilómetros a metros.
  • Un 69% no supo situar de forma correcta los límites y nombres de las comunidades autónomas. Y  Galicia o Cataluña fueron nombradas como La Coruña y Barcelona.
  • Aparecieron respuestas como que la gallina es un "mamífero" o el caracol un "crustáceo".
  • Se llegaron a restar hasta 30 puntos por faltas de ortografía tales como: anbito, conduzta, adsequible, hacercar, Cordova, Nabarra,Valladoliz, vagaje, veverlo, lleba, bolcán, Hurano, deverá, gerarquia, obserbara, enrraizada, escursiones, incapie, inportancia.

Y así una mención  tras otra, cada cual más propia de una película de ciencia ficción.

No voy a entrar a criticar si se trata o no de una maniobra de la comunidad de Madrid para cambiar el sistema de oposiciones. No voy a entrar en ningún debate porque me parece que estos datos son simple y llanamente vergonzosos. Existe una cultura mínima que se le exige a cualquiera, pero mucho más a un maestro. Es normal que muchos no recordemos a día de hoy por qué provincias pasa el Ebro o que dentro de una comunidad grande nos despistemos a la hora de colocar cada provincia en su lugar exacto, pero esto no se puede permitir a quien se dedica a enseñárselo a las próximas generaciones.  
Claro está que como dice nuestro refranero “El mejor maestro echa un borrón”, pero no estamos hablando ni mucho menos de eso. Estamos hablando de desidia, de falta de dedicación y de un desinterés total. Son evidentes las constantes agresiones que ha sufrido recientemente este colectivo en forma de recortes de todo tipo, pero eso no puede justificar esta incultura. La figura del maestro siempre se ha entendido como algo vocacional y así debe ser.  Su labor social es enorme pues ellos, y solo ellos, tienen el futuro de nuestro país en sus manos.

El respeto comienza por la admiración y la admiración hay que ganársela. Hablamos constantemente de la pérdida de autoridad de la figura del maestro -un tema muy preocupante que sin duda merece otra entrada- pero visto lo visto parece que los primeros en perderse el respeto han sido ellos mismos. Y quepa decir, antes de que me echen a los leones, que estoy segura de que en nuestro país aún quedan muchos profesores capaces de encandilar a sus alumnos e inculcarles un amor por el conocimiento que  les guiará el resto de sus días.

El porvenir está en manos del maestro de escuela.
Victor Hugo. 

miércoles, 13 de marzo de 2013

Pseudo-críticos literarios.



No sé a ustedes, pero a mí siempre me ha causado cierto resquemor la gente que critica libros sin habérselos leído. Y de todos esos falsos críticos mis preferidos son los eruditos, aquellos que no necesitan leerse ni siquiera la contraportada de una novela para decidir si les gusta o no, su razonamiento es sencillo: si vende mucho es basura, seguro. Para entendernos, en su época Lope de Vega no se habría comido un colín entre este grupo porque su literatura era superficial y de asuntos bajos, les habría encantado, por ejemplo, Góngora. Eso si es literatura de calidad, me apostaría la mano a que la mitad de ellos cuando leen “Salamandria de sol, vestido estrellas, latiendo el can del cielo estaba” se quedan como estaban, sin entender absolutamente nada.

Y es que la literatura es un arte, pero un arte cuya finalidad no es simplemente estética (si lo son algunos movimientos literarios, fundamentalmente poéticos, pero vamos a centrarnos en el drama y la novela). Para mi un buen libro debe estar “bien escrito” pero también debe tener una temática que atraiga a lector y sobre todo una trama que atrape. Un buen libro te engancha desde la primera línea y te deja cierta nostalgia en la última. Un buen libro te lleva por sus páginas sin darte cuenta. Si cuesta trabajo leerlo entonces quizá sea una gran obra a nivel estético, pero, sin duda, le falta algo. Hablo, claro, de un lector medio.

Quizá la cuestión más difícil de establecer aquí es donde está la línea, cual es el libro perfecto. Meter, por ejemplo, en el mismo saco El Código Da Vinci que El tiempo entre costuras, me parece que solo puede tener una explicación, que no has leído ni uno, ni otro. Incluso los elementos más radicales del grupo del que les hablo consideran meros vendedores de best sellers a autores tan consagrados como Gabriel García Márquez.

Algunos de estos pseudo-críticos no sólo no leen lo que dicen no haber leído, tampoco lo que dicen que si. El ejemplo por excelencia en nuestro país es El Quijote, el 99% de los españoles pueden darle su opinión sobre este libro. Pero ¿Cuanta gente se lo ha leído? Entero, de cabo a rabo. Y no mientan eh, que a veces incluso nos mentimos a nosotros mismos.

Sin duda alguna, cada uno es libre de leer lo que quiera, pero yo lo que les recomiendo es que lean lo que les guste, pero lo que les guste de verdad. Lo valoren los demás o no, venda muchos ejemplares o ninguno. Que no se cierren puertas, que el libro más humilde puede sorprenderles. Y sobre todo que no prejuzguen, que a veces, no siempre, cuando el río suena agua lleva. Y que tomar a los demás por tontos está mal, muy mal.

 

martes, 12 de marzo de 2013

De sueño modernista a vertedero ilegal.

Construidas a principios de los años veinte por los arquitectos Antonio Tenreiro y Peregrín Estellés como lugar de veraneo de la familia Bailly, gallegos de renombre afincados en Madrid, las casas modernistas de la NVI vivieron un despertar esplendoroso que nada tendría que ver con su futuro solo 90 años después.
 
 
Pocos edificios de aquella época no han visto su historia marcada por la guerra civil y las casas Bailly no iban a ser menos. La propiedad fue incautada y pasó a pertenecer a la Falange, sirvió para ocultar presos republicanos, como escuela de mandos franquistas y como sede del Sindicato Vertical, para convertirse finalmente en escuela de productores. Luego se cerraron.
Es aquí, en este punto de la historia, donde la construcción pasó a convertirse en lo que es hoy en día, las ruinas de un tiempo mejor. Abandonada por el Ayuntamiento de Cambre la propiedad se ha ido deteriorando, ha sufrido el expolio, la degradación del paso del tiempo, la invasión de la impetuosa vegetación gallega y varios incendios, el último el pasado mes de Agosto.
 
 
Un incendio que dejó en evidencia la necesidad de buscar una solución al estado de la casa, cuyos terrenos habrían estado prácticamente inaccesibles para los bomberos si unos meses antes  el equipo de rodaje de José Luis Cuerda no hubiese adecentado la zona para rodar algunas escenas de su película Todo es Silencio.
Ante la imposibilidad de hacer frente a una obra que rondaría los 3 millones de euros el ayuntamiento ha procedido recientemente a tapiar el edificio para evitar nuevos incidentes. El problema se encuentra ahora en los terrenos que lo rodean. Desde hace unos meses han ido apareciendo montones de escombros, sofás, botellas, bolsas y un sinfín de desperdicios que amenazan con convertir la zona en un auténtico vertedero ilegal. Una amenaza estética y ambiental que puede causar todo tipo de problemas sanitarios tanto por posibles cortes e infecciones como por la presencia de materiales tóxicos que además se filtran al suelo con las constantes lluvias.
 
 
Hemos creado una sociedad que mira con ojos impasibles el deterioro de su arte, que menosprecia su historia y que hace lo mismo con su futuro. La falta de educación medioambiental y cultural es una de nuestras grandes lacras. En una comunidad que es un auténtico paraíso natural y arquitectónico muchos prefieren dejar  su basura en cualquier lugar en vez de depositarla en un punto limpio, a algunos les gusta dejar su marca en edificios ya deteriorados por el simple placer de hacerlo y otros, la mayoría, preferimos mirar para otro lado.

Declaración de intenciones.


Con este blog arranco un nuevo proyecto personal con el que pretendo, sobre todo, quitarme un poco el “mono” de escribir pero también acercar mi visión del mundo que me rodea a todo aquel que quiera dedicarle unos minutos. Aunque el tiempo se irá encargando de moldear este lugar no cierro las puertas a ningún tema: actualidad, política, medio ambiente, arte, moda, cine y conflictos del día a día son solo algunos de los aspectos que se tratarán aquí. Lo que no encontrareis en esta web son insultos, críticas ni descalificaciones gratuitas pero si un punto de vista claro, directo y sin censuras.

Así que si ya habéis leído esto os animo a volver a pasaros por aquí y darle una oportunidad a este modesto blog perdido entre los millones de espacios similares que pueblan el mundo digital.

Bienvenidos.