Como siempre que Almodóvar estrena una película Los Amantes Pasajeros ha sido diana de múltiples críticas. Ignorando todas ellas ayer tuve,
por fin, ocasión de acercarme a las salas de cine a verla y el resultado no
pudo haber sido mejor: 123 minutos de risas interminables.
El nuevo filme de Pedro es divertido de principio a fin, está
cargado de guiños, cuidado hasta el más mínimo detalle y lleno de una crítica
social totalmente atípica. Lo que no encontrarán son tabús
De forma directa e indirecta, pero sobre todo cargada de
comicidad, Almodóvar no deja títere con cabeza. No faltan banqueros corruptos, aeropuertos
vacíos, un top ten de escándalos e incluso las peripecias extramatrimoniales
del “número uno”. Los que no han sabido entender este juego es que,
simplemente, no saben reírse de la vida y a quien no es capaz de ver el lado
cómico de las cosas ni aceptar una dosis de humor negro le esperan tiempos muy
oscuros.
Mención aparte merecen todos los actores, por breve que sea
su papel. Solo Almodóvar puede convocar a nuestros intérpretes más consagrados e
internacionales, Penélope Cruz y Antonio Banderas, y darles un papel de 5
minutos, eso si, imprescindible para dar punto de arranque a la trama. Pequeña
pero memorable es también la vuelta a la gran pantalla de Paz Vega, la
intervención de Carmen Machi y la interpretación de una bellísima Blanca
Suarez. Difícil es encontrar
calificativos para la tripulación y el pasaje de primera clase, los chicos
están, simplemente, magníficos (Javier Cámara, Hugo Silva, Antonio de la Torre,
Miguel Angel Silvestre, Carlos Areces y Raul Arévalo) y Lola Dueñas borda su
papel. Tanto que casi eclipsan las
notables interpretaciones del resto del pasaje, formado por Cecilia Roth, Guillermo Toledo, José Luís
Torrijo y José María Yazpik.
Tampoco quiero terminar la entrada sin mencionar la pegadiza banda sonora y los más
que acertados uniformes diseñados por David Delfín.
En resumen, no esperen
una película en la línea de Hable con ella, Volver, o La Piel que habito. Pero si han conseguido
desprenderse de todos los prejuicios homófobos y sexuales que pueblan nuestra
sociedad y saben reírse de la vida les recomiendo que se vayan al cine a ver
Los amantes pasajeros. El tiempo les pasará “volando” y saldrán con una sonrisa
en la cara.
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